martes, 30 de septiembre de 2008

Despertar-te


Por cuestiones (O conflictos) del destino di contigo. Seis años que han significado un sinnúmero de gratificantes palabras y confortaciones del alma. Seis en que cuando te veía decía “Dios, algún día… algún día”. Nunca dije nada, tal vez por el hecho de estar a millas, leguas y océanos de distancia; nunca dijiste nada, tal vez por lo mismo, no lo sé. Seis años de saberte, reconocerte, pensar en ese momento en que podría por fin tenerte frente a mi, tomarnos de la mano y mirar al vacío, frente al mar, vociferar algún poema de Sabines, Neruda o tal vez de Vallejo (Según el estado de ánimo). Pero solo era eso, una imagen elaborada en mi mente de cómo podría ser aquel encuentro, surco en el que te escondías como la más inalcanzable visión, remota, innombrable. Ayer fue distinto, ayer algo más que esa visión estuvo frente a mi, ayer por vez primera descubrí tus gestos, niña-muchacha-mujer…

Pero fue después, en el calor de la noche cuando te tuve, eras aquella realidad visionaria, ahora entre mis brazos, aquella que tanto imaginé sin mencionar; fue cuando te besé, apenas rozando tus labios, volviéndose de a poco en una batalla implacable de paladares entremezclados. Ese fue el primer beso, aún lo recuerdo como si volviese a vivirlo, aun recuerdo tus labios quemando los míos, tu ardor dentro de mi boca, mi desespero en la tuya, mis manos recorriendo toda tu extensión, las tuyas aprisionándome contra tu cuerpo. Mi boca... ¡Ah! mi boca aun siente el sabor de esos pechos que fueron su alimento, su morada por horas y horas, engalanando tu vientre de besos furtivos, sucesivos luego… Tu vaivén, tu ritmo cuando mi boca ya no estaba en tu vientre sino que se deslizaba por otros senderos. Luego tus manos, recuerdo ahora tus manos, tus dedos tibios viajando por mi cuerpo, buscando veredas recónditas y profundas en donde descansar… y salir, y entrar, y volver... y jadear... y explotar... y verter…

"Quedate así, no te muevas, no, no te vistas... así… desnuda, junto a mi también desnuda, abrázame… no te muevas…"

¿Dónde estás?- Y justamente ahí caigo en la cuenta: estoy en la misma habitación y estoy sin ti... y tu cuerpo (al que abrazo), labios, dedos, muslos... no son otra cosa que las blandas fundas de mi almohada.

martes, 23 de septiembre de 2008

¿Matrimonio Gay?


Hace unos días me vi en medio de una conversación algo controvertida, el tema era el matrimonio Gay. Yo estaba entre heterosexuales, y escuchaba sus opiniones al respecto, mis compañeros de trabajo no saben que soy lesbiana así que se explayaron sin miramientos y opinaron sin ningún tipo de recelo. Algunos planteamientos eran del tipo Bíblico, “Dios creó al hombre y a la mujer, bla bla bla”, otros eran del tipo gubernamentales “Si los gobiernos permiten eso, entonces están promoviendo la no procreación y la no multiplicación de la especie” ¡Auxilio! O sea, es decir que si los gobiernos permiten el matrimonio Gay, ¿Todos serán Gays para casarse? ¡Esto es ridículo! Precisamente la diversidad está en eso, en cada cual asume la orientación que mejor le parece, o si no, no hubiesen lesbianas y Gays, porque según la ley más antigua el matrimonio permitido desde hace siglos es entre personas de sexos opuestos. ¿Entonces quiere decir (le dije al gubernamentalista) que para ti si permiten el matrimonio Gay TODOS se convertirían en homosexuales? Ja, ahí cambió, creo que pensó un poco más en lo que dijo minutos atrás, “No, es verdad que no, pero… pero…” ¡Nada! No tenía absolutamente nada que decir, “me basta” dije solamente. Hay personas que simplemente no piensan en lo que dicen o están realmente locos, luego comenzó con la teoría de promover lo Contranatura.

Simplemente tenemos que aprender a convivir con la diferencia, es lo que pasa, la gente no concibe lo que se va de los parámetros “normales” y esto pasa con todo el que por alguna razón es diferente, he visto este tipo de actitudes hacia personas Síndrome de Down (algo bien lamentable) hacia personas Obesas, Hemofílicas, Anoréxicas, Autistas… Otro tanto pasa con los Gays y Lesbianas, así que hablar de Matrimonio Gay ya es demasiado.

¿Y los derechos? Me pregunto, acaso no podemos contar con los derechos civiles más elementales, como son Seguro Médico o el Derecho a la Propiedad ¿Cuántas parejas Gays y Lésbicas después de llevar varios años de convivencia y romper relaciones se quedan es ascuas (una de las partes) por no poder reclamar los bienes que por derecho también le pertenecen? Bienes adquiridos por ambas partes dentro de la relación. ¿Cuántas (en otros casos) no enviudan y la familia del occiso(a) viene a llevar todo lo que esa pareja construyó? Muchos heterosexuales piensan que queremos el matrimonio solo por rebeldía, por joder a los “no entendidos”, NO, el asunto va más allá de eso, y no es solo el hecho de firmar un papel, al final hemos vivido muy bien y felices sin eso, el asunto va también desde la legalidad ante la sociedad, desde que podríamos contar con los beneficios que cualquier individuo, legalmente casado, por derecho debe tener.

Yo pienso que las ONGs en Defensa de los Derechos de Gays y Lesbianas, en Latinoamérica, deben tomar un mayor enfoque sobre esto, ¡Ya basta de ser los latinos de la edad de piedra! La sociedad evoluciona, el mundo evoluciona, la mente tiene que tender a evolucionar también, basta de Gobiernos falsamente Católicos y Apostólicos que viven del pan nuestro de cada día (Sobre todo del pan del pueblo) ¡Por favor! Si dicen que por ser Católicos no deben permitir o al menos no aprobar legalmente lo que Jesús dijo que era pecado déjenme recordarles que El Nazareno también dijo, “No robarás” “No matarás” ¿O es que eso sí está estipulado en algún evangelio que aún no leí? ¡Corríjanme por favor!

Así que, con esto solo llamo al análisis, un análisis que quiero extender a todo aquel que pase por acá, y pensemos un poco más en el resto, apartémonos de nuestras propias convicciones y pongámonos un poco un la piel de otros, de otros que también tienen voz, voto, y lo esencial: DERECHOS.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

La Conmovedora Historia De Una Butch Paraguaya


Y para cerrar un poco este capítulo quiero narrar esta historia que me conmovió hasta el punto de las lágrimas.

Cuando conocí a Dani no me imaginé el gran ser humano que había detrás de la pantalla de mi ordenador, y lógico, la Internet suele ser tan impersonal que puedes hacerte cualquier idea. Nos citamos para conversar, ella quería que narrara su historia, y ahora entiendo por qué, Dani es una chica Butch que pasó por todo lo que implica ser diferente, comenzando desde su propia psicología y terminando por el rechazo total de sus seres queridos.

Cuando llegué al lugar acordado ella estaba sentada esperándome y enseguida la divisé, es fácil reconocer a una chica Butch, así que me dediqué por un instante a observarla desde lejos, se veía algo nerviosa, tomaba una cerveza y fumaba un cigarrillo, miraba su reloj casi cada un segundo. Me fui acercando de a poco y me paré justo frente a ella, me observó, se sonrió y se levantó para correr la silla en donde yo ocuparía lugar. Nos quedamos mirando por unos instantes hasta que por fin me invitó una cerveza, lo que acepté gustosa. Comenzamos a hablar trivialidades aun medio cohibidas, siempre surgen nervios y turbaciones cuando le das imagen a alguien, cuando conoces a la persona con quien mantuviste alguna comunicación cybernética. La calmé pues su nerviosismo era mucho más visible y le hice reír un poco para relajar “el ambiente”.

Hubo un instante en que Dani se quedó en silencio, alzó la vista y me miró fijamente, fue cuando me preguntó si no sentía vergüenza de que me vieran con ella, justo ahí comprendí que había llegado el momento de conversar sobre lo que ella tanto quería, su vida. Las conversaciones llegan solas, no hay que forzarlas o hacer labor de periodista yendo directo al punto, por eso dejé que todo fluyera de manera espontánea, así que simplemente le respondí con otra pregunta: “¿Por qué sentiría vergüenza?”. Comenzó la historia:

Cuando Dani era pequeña nunca se sintió como una niña común, no se sentía a gusto cuando le ponían vestidos o polleras, era feliz cuando andaba con camisetas y shorts. Su padre siempre quiso un varón según cuenta, y le compraba vestimentas de su Club de Football favorito, Dani comenzó a jugar al football en el colegio y simplemente le fascinaba. Su padre sentía orgullo por tener una hija deportista y hasta llegó a pensar que sería una estrella del Football femenino. Su madre no estaba tan convencida teniendo la idea de que ese deporte era solo para hombres, pero Dani siguió practicando y era muy buena dicho sea de paso.

Dani creció y su “masculinidad” fue acrecentándose, fue entonces cuando sus padres tomaron una decisión: Sacarían a Dani del Football porque eso la estaba convirtiendo en casi un muchacho. Dani lloró, pataleó, y como es claro frustró esta parte de ella que adoraba pero a pesar de ello con el tiempo se acostumbró a la idea de no jugar más.

Llegó a sus 18 y sus padres se preguntaban por qué nunca había tenido ningún novio cuando todas sus compañeras de colegio ya andaban comprometidas o simplemente salían con algún chico. Yo pienso que a los padres de Dani no les hubiera importado que la chica no tuviera novio si su masculinidad no hubiera sido tan pronunciada, cosa que no pasaba desapercibida para ellos. Ahí comenzó la lucha.

Por otra parte sus compañeras de curso no querían estar junto a ella, la rechazaban y la sacaban siempre de sus círculos, nunca la invitaban a fiestas o reuniones, siempre la excluían de cualquier actividad. “Yo hacía todo lo posible por tratar de ser más femenina (Cuenta) pero simplemente no estaba en mí, no podía, no me sentía una mujer, muchas veces me paré frente al espejo y cuestionaba mi cuerpo, me ponía ‘bultos’ en mi entrepierna por debajo de mi bombacha y me fascinaba como se sentía el hecho de poseer un miembro, no tenía explicación para mí, simplemente me gustaba parecer hombre”

En su casa por otra parte, sus padres se empeñaban en presentarle chicos, a los que ella siempre rechazó, “Yo soy lesbiana de nacimiento, y encima creo que hasta Butch de nacimiento” cuenta Dani, por lo que es evidente que esta situación para ella era un tormento, siempre estar evadiendo a los chicos y más aun delante de su familia que se empeñaba en buscarle novio a toda costa. Un día Dani vio a su padre ofreciéndole dinero a un chico del barrio para que aceptara cortejarla, y “Dios sabe para que más”. Esa fue la primera pelea fuerte que tuvo con su padre, su madre siempre al margen ni siquiera objetó el comportamiento bajo y mezquino de su marido, simplemente no dijo nada.

A sus 20 años Dani se enamoró por primera vez de una mujer, ella cursaba el 2do año de la universidad y la chica de quien se enamoró era una de sus compañeras de curso. “Comenzamos una relación idílica” cuenta Dani, como siempre sucede con lo oculto, lo imposible, es como un misterio que te seduce en todos los aspectos, “Nuestra primera relación sexual fue mágica, no puedo expresar toda la sensación que hubo en mí la primera vez que toqué a una mujer”, ahí fue cuando Dani se decidió, ella era lesbiana en cuerpo y alma y no dejaría NUNCA que nadie le frustrara esto, ya bastó con que una vez le hayan frustrado su amor al deporte, ahora esto… esto sería diferente. “Era una fuerza mayor, era como si pudiera combatir al mundo entero para defenderme, para defender mi sexualidad”. Dani estaba decidida a no frenarse ante nadie así que le contó a su familia en pleno, fue en un almuerzo un domingo, día en que toda su familia se reunía, “No quería que nadie quedara exento de conocer la verdad, mi verdad” así que además de sus padres también estaban tíos, primos y sobrinos. En esta parte Dani comenzó a llorar, y entre lágrimas me contó lo sucedido, no con mucho detalle, parecía como si no quisiera recordar, y es lógico querer olvidar la tragedia que la hizo terminar en Terapia Intermedia de IPS, después de que su padre la ‘molió a golpes’ casi hasta el punto de matarla, “La imagen que tengo ahora de mi padre es la de un monstruo”, nunca fue a visitarle al hospital, cuando pasó a la Sala de Recuperación solo iba su madre, le llevaba algunas cosas y se marchaba con la misma, casi sin hablarle, y ahí quedaba ella, tirada en una cama de Hospital, sin amigos, sin familia, sin nadie, solo con los doctores que pasaban visita y las enfermeras que le llevaban los medicamentos recetados “Pero no me importaba, ahora ya sabían la verdad y eso me reconfortaba”.

La chica con la que tenía una relación que ella pensaba ‘idílica’ tampoco la visitó, la noticia había estallado como una bomba y ahora todos sabían la identidad de Dani, y ‘su novia’ no podía exponerse de ese modo “No la culpo (Cuenta Dani) no todos tienen por qué asumirse de la misma forma, tal vez ella ahora esté casada y con hijos, cada cual sabe lo suyo, si ella fue cobarde la vida se encargará de cobrarle las cuentas con su propio sufrimiento interno y sus frustraciones propias, cuando volví a la universidad después de algún tiempo, me enteré que tenía un novio, parece que para ‘quitarse la letra’, ahora no me importa pero en aquel entonces sufrí como una condenada”. Su novia de entonces simplemente se fue por el lado mas simple, la no auto-aceptación, el temor, ¿Y si le pasaba a ella lo mismo que a Dani? ¿Tendría la fuerzas para afrontar todo eso? No, es cierto lo que Dani dice, no hay que culpar a nadie, al final las personas que no se aceptan son las más infelices, en su frustración ya está su castigo, auto-impuesto ciertamente.

Cuando salió del hospital y llegó a casa (sola y en taxi) se encontró con todas sus maletas hechas en la sala, su padre la miraba con rabia, con ira, sin ningún tipo de remordimiento por el casi intento de homicidio contra su propia hija, sangre de su sangre, parte de su piel “Márchate y no vuelvas más -me dijo- prefiero pensar que mi hija murió antes de aceptar que mi hija es una Tortillera”, sí, es muy fuerte esa palabra, despectiva al extremo, pero eso fue lo que dijo, exactamente así, un lenguaje muy común para designarnos en esta sociedad tan asquerosamente machista, un lenguaje con el que cada chica lesbiana tiene que lidiar, como mismo tiene que lidiar cada chico Gay con la terminología de ‘Maricón’. Es triste, mucho, pero desgraciadamente es así, sin adornos, sin matices.

Dani se tuvo que enfrentar al mundo sola, con apenas 20 años de edad y acostumbrada a una vida relativamente cómoda, tuvo que aprender sola, sus padres le cancelaron cualquier privilegio, tarjetas, Universidad, TODO. Comenzó a trabajar apenas con lo poco que sabía hacer, una amiga de su facultad, que hoy por hoy es Lesbiana dicho sea de paso, fue la única que le tendió la mano, le ayudó a conseguir un lugar para vivir, le prestaba dinero aun contando con pocos recursos, a veces sacaba de sus mesadas para pagar el alquiler de Dani los primeros tiempos hasta que consiguiera un empleo, y fue así que Dani se vio en un mundo completamente diferente, en un mundo en donde existe la pobreza, en donde hay niños sin zapatos y madres que no tienen ni un sorbo de leche para alimentar a sus criaturas, Dani vivía en un barrio humilde (fue lo que pudo pagar) así que comenzó a convivir con esta otra cara, una cara que sabía que existía pero ignoraba su crudeza.

De sus padres nunca más supo, ella terminó los estudios por su cuenta “Y no le debo esto a nadie salvo a mi mejor amiga, que le debo mucho y entre todo lo que le debo, lo más valioso es el ser humano en que hizo que me convirtiera, mostrándome un mundo tan discriminado o más que el mío, pero un mundo en donde tus padres te aceptan, no te echan fuera seas lo que seas, un mundo humilde sí pero con un nivel de humanismo y nobleza que muchos sectores sociales más elevados ni por asomo tendrán nunca jamás”.

Hoy Dani es una joven profesional con una posición económica un poco más solvente y se encarga de hacer labor humanitaria en barrios bajos, plan sustentado por ella misma, con programas sociales que lleva a personas de baja extracción social y recursos escasos “Nunca me cansaré de ayudar a estas personas y mostrarles que el mundo no siempre tiene por qué ser cruel, que tengan la oportunidad de ver el mundo desde otra perspectiva y que sepan que existen personas a las que nos preocupa más que la apariencia, la raza o la orientación sexual”.

Esto muestra como de una situación terriblemente desgarradora, violenta y cruel puede salir un ser humano con valores tan elevados, principios humanos y nobles. Lo triste es que este es solo un caso de tantos, y que si en el caso de Dani el resultado fue increíblemente satisfactorio no siempre sucede así, lo triste también es que hay muchas ocasiones en que las personas que pasan por cualquier tipo de discriminación y rechazo resultan seres introvertidos e inseguros y que por ende pueden llegar a formarse personas despreciables, personas a las que los traumas le modifican por completo la personalidad y en las cuales el rencor es tan manifiesto como el aire que respiran.

Seres como Dani simplemente me dejan sin palabras, llena de un optimismo extremo y cargada de una enorme fe y creencia en el mejoramiento humano. Dani es una Butch asumida ante el mundo, una Butch que aun siente el peso de lo que representa y de lo que puede llegar a causar ante ciertas personas, una Butch que ha tenido que lidiar con rechazo tras rechazo, incluso de quienes ni conoce, gente que cuando la ve pasar por la calle cuchichean y la miran con repugnancia, otras que cuando cruzan por su lado le gritan ‘Tortillera’, así sin más, sin saber qué hay debajo de esa piel, debajo de esa apariencia. Dani es una Butch que simplemente se ha ganado mi total y completa admiración y si una día me comentó que se sentía pequeña ante mí, hoy solo puedo decir que ante tamaño ser humano yo no soy más que la mínima expresión de cualquier materia.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Confesiones de una Butch


Para mí es difícil escribir sobre la psicología Butch a no ser desde mi propia percepción y experiencia (por haber convivido con algunas), desde mi propio análisis y con un punto de vista totalmente ajeno a lo que se sentiría realmente ser una chica Butch. Lo que sí puedo decir es que es solamente una orientación. Cuando te descubres lesbiana no piensas en si serás Butch, Andrógina o Femme, no te pones a calcular en que rango quieres moverte, simplemente tu propia orientación te designa. Así como te orientas a una tendencia homosexual, héterosexual o lésbica, una vez dentro de ella te orientas a lo que quieras expresar, sea femeneidad, masculinidad o lo que sea.

Esto me han preguntado muchas chicas por mail, quieren que les oriente acerca de la posición que deberían asumir siendo lesbianas. Yo no soy sexóloga o psicóloga y tal vez muchas se confundan por lo que expongo en mi Blog sobre este tema. Creo que una vez dije en algún post que soy una chica que ha vivido unas cuantas historias y solo en eso me baso para exponer mis criterios muy particulares. Estar dentro de una tendencia u otra dentro del lesbianismo es simplemente como estar en cualquier tendencia sexual, uno lo siente, nada más, no hay parámetros o requisitos que debemos cumplir, de ser así nos estaríamos encasillando en algo blanco o negro y no seríamos libres de expresarnos como mejor querramos. Es por ello que quiero sacar a colación esta "carta". Quien escribe es una Chica Butch llamada Vincent, y de una manera muy sencilla nos plantea su situación en el mundo y ante el mundo, lo que significa la vida que escogió y cómo la afronta.

De una sensibilidad extrema nos lleva por toda esta gama de sentimientos encontrados. Nadie mejor que una Butch para expresar lo que significa "Ser Butch". Así que les dejo esta Carta, para que ustedes saquen sus propias conclusiones, y tengan en cuenta que Vincent es una Stone Butch, o lo que sería una Butch MUY Masculina, así que puede pasar que sus criterios no sean los de todas las Butches en general.


L.R. Vincent ¿QUIEN SOY? ( 1997).
Traducido por Cecilia Del Sur.

¿Quien Soy? ¿Que Soy?
Esta es la pregunta con la que vivo todos los días de mi vida. Esa es la pregunta que veo en los ojos de alguien que no me conoce o no me entiende. YO soy por mi propia definición, una Butch. Soy un enigma para las personas heterosexuales y aun para mis hermanas lesbianas y hombres gay. Lo que escribo no lo hago en son de representar a todas las Butches, sino que reflejan mis creencias personales. En el ultimo año de mi vida, he sentido la necesidad de expresarme mas abiertamente, cuestionar mi existencia y definirme completamente. Si te ofende este tema, por favor no sigas leyendo. Pero no me disculpo por lo que escribo, pues hacerlo, invalidaría mi existencia.

¿Que es Una Butch?
Para mi, una Butch es una energía masculina que reside en el cuerpo de mujer. Ser nacida en el cuerpo de una mujer, pero tener los instintos, pensamientos, deseos y necesidades de un hombre. No siento mi femeneidad. Cuando me miro en el espejo y veo mi forma biológica, me siento extraída de ella. Es como si no me viera en el espejo, como si viera a otra persona. Todo mi ser y psicología es masculina. Me siento masculina. Aspiro ser la representación mas fiel y optima de la masculinidad.

¿Por que soy Butch?
La pregunta mas obvia es ¿Por qué soy Butch? Nací así. En toda mi niñez siempre he sido masculina. Traté de actuar femeninamente para no llamar la atención, pero nunca me sentí como las demás niñas. Hasta mi madre piensa que “yo debí haber sido varón, pero como ella quería tener una niña ella me cambio”. Creo, que a veces ella se culpa por que yo sea Butch, pero yo no la culpo. Siempre he sido Butch. Trato de vivir en este mundo, de una manera que me honra. Trato de actuar como ser humano primero, y acepto a otra gente como quiero que me acepten.
Como Butch, estoy en la posición privilegiada de ser masculina sin ser hombre.

¿Que es lo que pienso de las femmes?
Las mujeres son el alimento de mi alma. Son la razón de mi existir. Me encanta mirarlas, escucharlas, abrazarlas, tocarlas, olerlas, saborearlas. Ellas me completan de una manera que ni siquiera puedo describir. Solo lo puedo sentir. Ellas son Femmes, mi opuesto en esta danza de lo que es Butch. Sin ellas no existiría. Una Femme verdadera es más que una mujer hétero o una lesbiana promedio. Ella entiende a la Butch. Ella acepta, refuerza, celebra y conforta a la Butch. Una Butch tiene que ser una roca, una piedra para sobrevivir en el mundo, y una Femme es el único conforte que la Butch tiene. Estar en la presencia de una Femme es sentirse al mismo tiempo todo lo que una es.... fuerte, vulnerable, protector, débil.
Un aspecto importante de la relación Butch/Femme es la caballerosidad. Ese código antiguo del caballero medieval y la dama. Protegerla a ella y a su honor, son mi prioridad, mientras la dama espera pacientemente en su castillo, a que el caballero aniquile otro dragón más. Este no es el mundo moderno de política feminista, aunque las Butches tiene mucho más respeto por sus Femmes que el hombre promedio. En mi opinión, la Butch tiene la responsabilidad de proteger, y servir a su Femme.

¿Que pienso del Sexo?
¿El sexo? No existe. Una Butch, sin excepción, siempre le hace el amor a una Femme. Y aunque este acto de hacer el amor tenga varias formas, nunca es sin emoción, nunca es solo físico. No es posible. Las Butches veneran a las Femmes. El acto de hacerle el amor a una Femme, es para una Butch, la afirmación y finalización de lo que somos. Es cuando una Femme le da todo lo que puede a una Butch, es cuando la Butch devuelve lo que recibió. Es el acto definitivo de lo que es Butch y Femme.
La logística de esta copulación toma muchas formas también. A Algunas Butches les encanta que una Femme les haga el amor, mientras otras Butches, conocidas como Stone Butches, no desean que una Femme las toquen, el hacerlo hace que se sientan menos masculinas. Pero el factor común que une a las Butches , es que cuando hacemos el amor a una Femme, lo hacemos como personas masculinas.
El foreplay, la profundidad, el amor, la atención entre una Butch y Femme es muy intensa. Transciende lo que se conoce como el sexo común. La Butch ha venido a venerar a su Femme como su altar personal. La Femme ha venido a darse completamente de nuevo, a renovar a la Butch. En un nivel personal, yo soy una Stone Butch. La satisfacción de hacerle el amor a mi Femme, me llena. El darle placer a ella, me da placer. Llevarla a lo mas profundo y lo mas lejano, a un lugar al que ningún hombre tendría la paciencia para llevarla.



Creo que ante esta descripción tan personal podrán entender un poco más este tipo de orientación. Tres años después de escribir esta carta (Según la Fuente: estereosexual.blogspot.com/2006/01/de-la-boca-de-vincent-como-se-siente.html) Vincent se identifica como Transgénero.

viernes, 12 de septiembre de 2008

DIVERSIDAD LESBICA II... ¿Qué es una Butch?


Siguiendo un poco el Tema me encontré con algo muy interesante, es un texto de Fabiana Tron. Fabiana es una Butch (más abajo podrán saber lo que esta terminología significa) que nos explica el tema de los estereotipos desde su propia experiencia y bajo su propia piel.

Entre toda esta clasificación (Y creo que una vez ya me describí) yo sería una Femme, pero una Femme a favor de las Butch, por todo lo que encierran ellas dentro de su personalidad, su respeto, su caballerosidad, y su sentimiento extremo, estoy a favor de la diversidad y me uno a la “No discriminación Butch”, comenzando por nostras mismas, las propias lesbianas que muchas veces tendemos a aislar a este estereotipo de nuestro círculo.

Yo he sido pareja de chicas Butch, y sencillamente todo en ellas es mágico, extraterrenal, y sí, te hacen sentir protegida, a salvo. Las chicas Butch son como niños grandes encerrados en un cuerpo de mujer, y sus sentimientos de humildad y humanismo están por encima del de muchas Femmes que he conocido.

La discriminación es dolorosa, pero la discriminación entre lesbianas a mí en lo particular se me hace vergonzosa. Es por ello que me pareció conveniente tomar prestado este texto para que muchas sepan o al menos amplíen su cultura al respecto y conozcan desde un plano un poco más profundo lo diversas que podemos ser las lesbianas, aun teniendo un estereotipo marcado o “definido”.

Gnóstica

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Este texto a sido parcialmente modificado, no quise que pareciera personal por respeto a su autora, puede disponer del texto original en la página:
http://www.thegully.com/espanol/articulos/gay_mundo/031113_una_no_nace_mujer_2.html.


Che ¿vos te diste cuenta que sos una mujer?
Parte 2: Vivir en la frontera
Un cruce permanente de los límites.
Por Fabiana Tron:

Butch, que en su acepción común es viril o varonil, es un término tomado de las comunidades lésbicas norteamericanas, que comenzó a ser usado en la década del '50. Creo que el término local que más se adecua es el que se utiliza socialmente en sentido despectivo: marimacho. Es utilizado para designar a lesbianas que se sienten más cómodas con códigos de género, estilos o identidades masculinas que con estilos femeninos.
Butch, y su contraparte Femme, son categorías importantes dentro de la experiencia lesbiana, y como tales han acumulado múltiples capas de significación.

Lilian Faderman, en "Chicas raras y amantes a media luz", un libro muy interesante que da cuenta de la historia del lesbianismo en Estados Unidos hasta la década de los '90, menciona que, de repente, un gran número de mujeres empezó a juntarse y que lo que ellas habían observado, antes de decidir vivir como lesbianas, no era otra cosa que la heterosexualidad.

Si bien las primeras mujeres profesionales que entablaron relaciones percibían las ventajas de un "matrimonio" de iguales, el mundo en el que vivían las mujeres de clase trabajadora no les proporcionaba ningún indicio de tales beneficios. Para ellas una pareja funcional estaba compuesta por individuos dicotómicos, que si no eran mujer y varón tenían que ser Femme y Butch.

Faderman incluye, en ese libro, el testimonio de una butch que dice lo siguiente: "El problema era que los únicos modelos que teníamos para nuestras relaciones eran los tradicionales masculino-femenino y estábamos demasiado ocupadas tratando de sobrevivir como para tener tiempo de crear roles nuevos para nosotras".

Elizabeth Kenedy y Madeline Davis, describiendo la comunidad lésbica de Búfalo entre los años 1930 y 1960, comentan al respecto que "estos roles tenían dos dimensiones: primero constituían un código de comportamiento personal, particularmente en las áreas de imagen y sexualidad. Las butch afectaban un estilo masculino, mientras que las femme aparecían como característicamente femeninas. Butch y femme también se complementaban mutuamente en un sistema erótico en el cual se esperaba que la butch fuera tanto la que hacía como la que daba: la pasión de la femme era la plenitud de la butch".

Algunas historiadoras, como Joan Nestle y Judy Grahn, al referirse a los '50 y '60, han sugerido que los roles y relaciones butch-femme no eran una imitación de la heterosexualidad, sino algo único en sí mismos, basados no en los modelos sociales y sexuales con los que todas las lesbianas habían sido educadas, sino en impulsos "naturales" (tales como la sexualidad butch y la sexualidad femme) o en conductas específicamente lésbicas. Judy Grahn ha sugerido que las butch no copiaban a los hombres sino que estaban diciendo: "esta es otra manera de ser mujer"; y que "lo que se aprendía en las subculturas lésbicas era a imitar a las tortas, no a los hombres"…
¿Qué es una butch?En este punto intuyo que no les ha quedado muy claro qué es una butch.
Categorizar implica limitar, cerrar, excluir: nada más alejado de mi intención. Así que al respecto diré, siguiendo a Rubin, que "el término incluye a personas con diferente rango de carga de 'masculinidad´". Incluye, por ejemplo, a lesbianas que no están interesadas para nada en las identidades de género de varón, pero que usan rasgos asociados con la masculinidad para indicar su lesbianismo o para comunicar su deseo de involucrarse en los tipos de comportamiento sexual activo o iniciador que en esta sociedad les están permitidos a los hombres, o son esperados de ellos. Incluye a mujeres que adoptan modas y maneras de ´varón´ como una forma de reclamar los privilegios o la deferencia usualmente reservada para los hombres.

Hay muchas maneras de ser masculina. Hay al menos tantas maneras de ser butch como maneras de ser masculinos para los hombres. En realidad, hay más maneras de ser butch, porque cuando las mujeres se apropian de estilos masculinos, el elemento del travestismo produce nuevos sentidos y significados. Las butches adoptan y trasmutan los muchos códigos disponibles de masculinidad.

A veces las lesbianas usan el término butch para designar solo a las mujeres más varoniles, pero igualar butch con mujer hipermasculina alimenta un estereotipo. Las butch difieren ampliamente en cuán masculinas se sienten y, en consecuencia, en cómo se presentan. Algunas butch son levemente masculinas, otras butch son muy varoniles y algunos "drag kings" pasan como hombres.

También difieren en cómo se relacionan con sus cuerpos de "mujer". Algunas se sienten cómodas estando embarazadas y teniendo hijos, mientras que para otras el sólo pensar en el componente femenino subyacente de la reproducción mamífera es totalmente repugnante. Algunas disfrutan con sus pechos mientras que otras los desprecian. Algunas butches ocultan sus genitales y otras rechazan la penetración. Hay butches que aborrecen los tampones, debido a sus resonancias de coito, otras butches adoran ser poseídas. Algunas butches están perfectamente contentas en sus cuerpos femeninos, mientras que otras pueden estar en el límite de convertirse en transexuales.
Además, en cada cultura las formas de masculinidad son moldeadas por las experiencias y expectativas de clase, raza, religión, ocupación, edad, subcultura, y personalidad individual. En algunas culturas, la fuerza física y la agresión son las señales privilegiadas de masculinidad. En otras culturas, la masculinidad es expresada por la alfabetización y la capacidad de manipular números o textos. A algunas butches les encanta adoptar las imágenes más idealizadas de varones que ven en la sociedad: corteses, protectores, que encienden los cigarrillos, abren las puertas de los autos o apartan las sillas para que las mujeres se sienten. Esas imágenes que se ven solo en las películas.

La mayoría de ellas disfrutan combinando expresiones de masculinidad con un cuerpo femenino.
Castigo feministaDecir que muchas lesbianas se identifican con lo masculino tampoco significa que estan "identificadas con los hombres" en el sentido político. Cuando el término "identificadas con los hombres" empezó a ser usado originalmente por el feminismo de comienzos de los '70, no denotaba nada sobre la identidad de género. Describía una actitud política en la cual miembros de una categoría de personas generalmente oprimidas (mujeres) no son capaces de identificarse con su propio interés como mujeres y en cambio se identifican con las metas, políticas y actitudes beneficiosas para un grupo de, generalmente, privilegiados opresores (hombres). Aunque esas mujeres eran a veces butch o masculinas en su estilo, también podían, con igual facilidad, ser femme o femeninas.

Una manifestación típica de la identificación con los hombres en este sentido consistía en el apoyo a los privilegios masculinos tradicionales por parte de mujeres heterosexuales muy femeninas. Algunas de las mujeres de derecha femeninas cuyos objetivos políticos incluyen el reforzamiento de la autoridad masculina en las familias convencionalmente constituidas, podrían ser llamadas "identificadas con los hombres".

Lo que quiero remarcar aquí es como algunas terminologías han servido a confundir posiciones políticas con identidades de género. Una butch fuertemente masculina no necesariamente va a identificarse políticamente con los hombres. Judith Halberstam aporta algo más en este sentido cuando dice que el efecto del término "identificadas con los varones" se formó para castigar a la mujeres gays más visibles y fuera del closet por su masculinidad y condujo a que el feminismo fuera el estudio de la "femineidad".

En la Argentina en los años '80, era común ver en el ambiente lésbico estas expresiones de butch y femme. Entiendo que, en parte, porque resultaba la forma más fácil de pasar desapercibidas, o sea, de pasar como una pareja hétero. Progresivamente, esas identidades se fueron desdibujando y hoy por hoy las lesbianas butch, son mayoritariamente mayores de 35 años. Han asistido a una uniformización de la expresión de género de las lesbianas, que se están asimilando al modelo de femineidad que les presenta el sistema, situación que resulta preocupante. Entiendo que, en parte, tiene que ver con la propia lesbofobia internalizada de las lesbianas, en parte a la falta de discusión sobre estos temas en las comunidades lésbicas locales y también a la falta de conciencia de la opresión que el sistema patriarcal y capitalista ejerce sobre nosotras.
A modo de conclusiónLos roles butch-femme de los '50 en Estados Unidos y de los '70-'80 en la Argentina tuvieron sus costos, como por ejemplo la obligación para cada lesbiana de elegir un rol, las formas en que estos roles reforzaban el estatus binario de las femme y las frustraciones sexuales a menudo experimentadas por las butch.

Sin embargo, creo como Rubin que las condenas a las identidades butch o femme han empobrecido y empobrecen todavía en nuestro contexto local la comprensión de las experiencias y modelos de género lésbico. También han producido mucha intolerancia.

A la discriminación que sufren por parte de la sociedad, las lesbianas butch han tenido que sumarle la de sus propias compañeras lesbianas, muchas de las cuales, debido a que este aspecto es leído inmediatamente como torta, no quieren salir a la calle con las Butch por temor a que se las identifique como lesbianas; otras no quieren saber nada con porque dicen que a ellas "les gustan las mujeres, si quisieran estar con un hombre buscarían uno de verdad".

También han sido discriminadas por algunas feministas que las consideran traidoras a la causa, residuos nocivos de la opresión patriarcal, y que pretenden tener la certeza de lo que una lesbiana es o no es, sosteniendo muchas veces posiciones esencialistas y cuasifascistas.

Creo al igual que Rubin que:
"Nuestras categorías son importantes. No podemos organizar una vida social, un movimiento político ni nuestras identidades y deseos individuales sin ellas. El hecho de que las categorías invariablemente tengan filtraciones y que nunca puedan contener todas las 'cosas existentes' relevantes no las hace inútiles, solo limitadas. Categorías como butch, lesbiana o transexual son todas imperfectas, históricas, temporarias y arbitrarias. Las usamos y ellas nos usan. Las usamos para construir vidas con significados y ellas nos moldean en formas históricamente específicas de ser personas. En vez de pelear por clasificaciones inmaculadas y límites impenetrables, creo que deberíamos esforzarnos por construir una comunidad que entienda la diversidad como un regalo, que vea las anomalías como preciosas y que trate a todos los principios básicos con una robusta dosis de escepticismo".

Es una posición de resistencia y de acción que debe ser aprehendida conceptual y experimentalmente desde afuera o superando el aporte sociocultural de la heterosexualidad. Una posición que implica, según De Lauretis, "un desplazamiento, una des-identificación con un grupo, una familia, el propio yo, un ´hogar´ que implica la exclusión y la represión de cualquier ideología de lo mismo, e implica un corrimiento de los puntos de comprensión y de articulación y un autodesplazamiento: dejar o renunciar al lugar que es seguro, es decir al ´hogar´, física, emocional, lingüística y epistemológicamente, por otro lugar que es desconocido, riesgoso, desde el cual el hablar o el pensar, [la vivencia del cuerpo], son tentativos, inseguros y no están garantizados". Es un cruce permanente de los límites.

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¿Y entonces? ¿Sentirás más respeto por una Butch? Yo espero que así sea.
Gnóstica.

viernes, 5 de septiembre de 2008

¿NO A LA MASTURBACIÓN?

"¡NO A LA MASTURBACIÓN!"...Ese era el Slogan de un programa de TV que vi hace unos días, emitido por Red Guaraní, o Canal 2 para otros.

Y yo me pregunto ¿Cuál es el problema? ¿Hasta dónde quieren estos señores “moralistas” recalcitrantes que frenemos nuestra intimidad? Si es precisamente la Televisión Nacional la que promueve la inhibición sexual ¿Hasta dónde vamos a llegar? Documéntense Canales de la Televisión Paraguaya, la masturbación está psicológicamente probada y aceptada por sexólogos como un acto totalmente natural ¿O es que solo somos animales de la procreación? ¿Irracionales que se “montan” para tener crías? Por algo estamos en un eslabón más alto que el resto de las especies en la Cadena Evolutiva. Realmente estas cosas me ponen frenética.

Después el tema siguió con los Juegos Sexuales, el uso Accesorios y Películas Eróticas entre parejas, a esto le tildaron de aberrante, adictivo y enfermizo, sumándole una serie de adjetivos más que me cuesta repetir.

Esto es solo una parte, un esbozo de lo que puede llegar a ser una sociedad ambigua y paradigmática, inhibida hasta el hastío. Si esto se plantea en parejas que para este tipo de sociedad se consideran “normales” ¿Que quedará para el resto? No, nosotros (el resto de los “no normales”) somos seres de otro mundo, personas engendradas por demonios según la Iglesia, pecadores sin remedio que no tienen cabida en el Edén, y como van las cosas ahorita ni siquiera tendremos cabida en este mundo.

Pobres aquellos infelices, aquellos filósofos de pacotilla que hablaban como si tuvieran toda la verdad en su mano, pobres por no querer ver el sexo como algo todavía inexplorado en toda su extensión, algo que eleva el espíritu y enfatiza el amor entre dos seres, algo dentro de lo cual cabe TODO, sea lo que sea; pobres aquellos que se limitan a encontrar en el sexo solamente una vía para aumentar la población mundial... y pobres esos que nunca sintieron el placer que puedes llegar a lograr con una masturbación...