miércoles, 17 de septiembre de 2008

La Conmovedora Historia De Una Butch Paraguaya


Y para cerrar un poco este capítulo quiero narrar esta historia que me conmovió hasta el punto de las lágrimas.

Cuando conocí a Dani no me imaginé el gran ser humano que había detrás de la pantalla de mi ordenador, y lógico, la Internet suele ser tan impersonal que puedes hacerte cualquier idea. Nos citamos para conversar, ella quería que narrara su historia, y ahora entiendo por qué, Dani es una chica Butch que pasó por todo lo que implica ser diferente, comenzando desde su propia psicología y terminando por el rechazo total de sus seres queridos.

Cuando llegué al lugar acordado ella estaba sentada esperándome y enseguida la divisé, es fácil reconocer a una chica Butch, así que me dediqué por un instante a observarla desde lejos, se veía algo nerviosa, tomaba una cerveza y fumaba un cigarrillo, miraba su reloj casi cada un segundo. Me fui acercando de a poco y me paré justo frente a ella, me observó, se sonrió y se levantó para correr la silla en donde yo ocuparía lugar. Nos quedamos mirando por unos instantes hasta que por fin me invitó una cerveza, lo que acepté gustosa. Comenzamos a hablar trivialidades aun medio cohibidas, siempre surgen nervios y turbaciones cuando le das imagen a alguien, cuando conoces a la persona con quien mantuviste alguna comunicación cybernética. La calmé pues su nerviosismo era mucho más visible y le hice reír un poco para relajar “el ambiente”.

Hubo un instante en que Dani se quedó en silencio, alzó la vista y me miró fijamente, fue cuando me preguntó si no sentía vergüenza de que me vieran con ella, justo ahí comprendí que había llegado el momento de conversar sobre lo que ella tanto quería, su vida. Las conversaciones llegan solas, no hay que forzarlas o hacer labor de periodista yendo directo al punto, por eso dejé que todo fluyera de manera espontánea, así que simplemente le respondí con otra pregunta: “¿Por qué sentiría vergüenza?”. Comenzó la historia:

Cuando Dani era pequeña nunca se sintió como una niña común, no se sentía a gusto cuando le ponían vestidos o polleras, era feliz cuando andaba con camisetas y shorts. Su padre siempre quiso un varón según cuenta, y le compraba vestimentas de su Club de Football favorito, Dani comenzó a jugar al football en el colegio y simplemente le fascinaba. Su padre sentía orgullo por tener una hija deportista y hasta llegó a pensar que sería una estrella del Football femenino. Su madre no estaba tan convencida teniendo la idea de que ese deporte era solo para hombres, pero Dani siguió practicando y era muy buena dicho sea de paso.

Dani creció y su “masculinidad” fue acrecentándose, fue entonces cuando sus padres tomaron una decisión: Sacarían a Dani del Football porque eso la estaba convirtiendo en casi un muchacho. Dani lloró, pataleó, y como es claro frustró esta parte de ella que adoraba pero a pesar de ello con el tiempo se acostumbró a la idea de no jugar más.

Llegó a sus 18 y sus padres se preguntaban por qué nunca había tenido ningún novio cuando todas sus compañeras de colegio ya andaban comprometidas o simplemente salían con algún chico. Yo pienso que a los padres de Dani no les hubiera importado que la chica no tuviera novio si su masculinidad no hubiera sido tan pronunciada, cosa que no pasaba desapercibida para ellos. Ahí comenzó la lucha.

Por otra parte sus compañeras de curso no querían estar junto a ella, la rechazaban y la sacaban siempre de sus círculos, nunca la invitaban a fiestas o reuniones, siempre la excluían de cualquier actividad. “Yo hacía todo lo posible por tratar de ser más femenina (Cuenta) pero simplemente no estaba en mí, no podía, no me sentía una mujer, muchas veces me paré frente al espejo y cuestionaba mi cuerpo, me ponía ‘bultos’ en mi entrepierna por debajo de mi bombacha y me fascinaba como se sentía el hecho de poseer un miembro, no tenía explicación para mí, simplemente me gustaba parecer hombre”

En su casa por otra parte, sus padres se empeñaban en presentarle chicos, a los que ella siempre rechazó, “Yo soy lesbiana de nacimiento, y encima creo que hasta Butch de nacimiento” cuenta Dani, por lo que es evidente que esta situación para ella era un tormento, siempre estar evadiendo a los chicos y más aun delante de su familia que se empeñaba en buscarle novio a toda costa. Un día Dani vio a su padre ofreciéndole dinero a un chico del barrio para que aceptara cortejarla, y “Dios sabe para que más”. Esa fue la primera pelea fuerte que tuvo con su padre, su madre siempre al margen ni siquiera objetó el comportamiento bajo y mezquino de su marido, simplemente no dijo nada.

A sus 20 años Dani se enamoró por primera vez de una mujer, ella cursaba el 2do año de la universidad y la chica de quien se enamoró era una de sus compañeras de curso. “Comenzamos una relación idílica” cuenta Dani, como siempre sucede con lo oculto, lo imposible, es como un misterio que te seduce en todos los aspectos, “Nuestra primera relación sexual fue mágica, no puedo expresar toda la sensación que hubo en mí la primera vez que toqué a una mujer”, ahí fue cuando Dani se decidió, ella era lesbiana en cuerpo y alma y no dejaría NUNCA que nadie le frustrara esto, ya bastó con que una vez le hayan frustrado su amor al deporte, ahora esto… esto sería diferente. “Era una fuerza mayor, era como si pudiera combatir al mundo entero para defenderme, para defender mi sexualidad”. Dani estaba decidida a no frenarse ante nadie así que le contó a su familia en pleno, fue en un almuerzo un domingo, día en que toda su familia se reunía, “No quería que nadie quedara exento de conocer la verdad, mi verdad” así que además de sus padres también estaban tíos, primos y sobrinos. En esta parte Dani comenzó a llorar, y entre lágrimas me contó lo sucedido, no con mucho detalle, parecía como si no quisiera recordar, y es lógico querer olvidar la tragedia que la hizo terminar en Terapia Intermedia de IPS, después de que su padre la ‘molió a golpes’ casi hasta el punto de matarla, “La imagen que tengo ahora de mi padre es la de un monstruo”, nunca fue a visitarle al hospital, cuando pasó a la Sala de Recuperación solo iba su madre, le llevaba algunas cosas y se marchaba con la misma, casi sin hablarle, y ahí quedaba ella, tirada en una cama de Hospital, sin amigos, sin familia, sin nadie, solo con los doctores que pasaban visita y las enfermeras que le llevaban los medicamentos recetados “Pero no me importaba, ahora ya sabían la verdad y eso me reconfortaba”.

La chica con la que tenía una relación que ella pensaba ‘idílica’ tampoco la visitó, la noticia había estallado como una bomba y ahora todos sabían la identidad de Dani, y ‘su novia’ no podía exponerse de ese modo “No la culpo (Cuenta Dani) no todos tienen por qué asumirse de la misma forma, tal vez ella ahora esté casada y con hijos, cada cual sabe lo suyo, si ella fue cobarde la vida se encargará de cobrarle las cuentas con su propio sufrimiento interno y sus frustraciones propias, cuando volví a la universidad después de algún tiempo, me enteré que tenía un novio, parece que para ‘quitarse la letra’, ahora no me importa pero en aquel entonces sufrí como una condenada”. Su novia de entonces simplemente se fue por el lado mas simple, la no auto-aceptación, el temor, ¿Y si le pasaba a ella lo mismo que a Dani? ¿Tendría la fuerzas para afrontar todo eso? No, es cierto lo que Dani dice, no hay que culpar a nadie, al final las personas que no se aceptan son las más infelices, en su frustración ya está su castigo, auto-impuesto ciertamente.

Cuando salió del hospital y llegó a casa (sola y en taxi) se encontró con todas sus maletas hechas en la sala, su padre la miraba con rabia, con ira, sin ningún tipo de remordimiento por el casi intento de homicidio contra su propia hija, sangre de su sangre, parte de su piel “Márchate y no vuelvas más -me dijo- prefiero pensar que mi hija murió antes de aceptar que mi hija es una Tortillera”, sí, es muy fuerte esa palabra, despectiva al extremo, pero eso fue lo que dijo, exactamente así, un lenguaje muy común para designarnos en esta sociedad tan asquerosamente machista, un lenguaje con el que cada chica lesbiana tiene que lidiar, como mismo tiene que lidiar cada chico Gay con la terminología de ‘Maricón’. Es triste, mucho, pero desgraciadamente es así, sin adornos, sin matices.

Dani se tuvo que enfrentar al mundo sola, con apenas 20 años de edad y acostumbrada a una vida relativamente cómoda, tuvo que aprender sola, sus padres le cancelaron cualquier privilegio, tarjetas, Universidad, TODO. Comenzó a trabajar apenas con lo poco que sabía hacer, una amiga de su facultad, que hoy por hoy es Lesbiana dicho sea de paso, fue la única que le tendió la mano, le ayudó a conseguir un lugar para vivir, le prestaba dinero aun contando con pocos recursos, a veces sacaba de sus mesadas para pagar el alquiler de Dani los primeros tiempos hasta que consiguiera un empleo, y fue así que Dani se vio en un mundo completamente diferente, en un mundo en donde existe la pobreza, en donde hay niños sin zapatos y madres que no tienen ni un sorbo de leche para alimentar a sus criaturas, Dani vivía en un barrio humilde (fue lo que pudo pagar) así que comenzó a convivir con esta otra cara, una cara que sabía que existía pero ignoraba su crudeza.

De sus padres nunca más supo, ella terminó los estudios por su cuenta “Y no le debo esto a nadie salvo a mi mejor amiga, que le debo mucho y entre todo lo que le debo, lo más valioso es el ser humano en que hizo que me convirtiera, mostrándome un mundo tan discriminado o más que el mío, pero un mundo en donde tus padres te aceptan, no te echan fuera seas lo que seas, un mundo humilde sí pero con un nivel de humanismo y nobleza que muchos sectores sociales más elevados ni por asomo tendrán nunca jamás”.

Hoy Dani es una joven profesional con una posición económica un poco más solvente y se encarga de hacer labor humanitaria en barrios bajos, plan sustentado por ella misma, con programas sociales que lleva a personas de baja extracción social y recursos escasos “Nunca me cansaré de ayudar a estas personas y mostrarles que el mundo no siempre tiene por qué ser cruel, que tengan la oportunidad de ver el mundo desde otra perspectiva y que sepan que existen personas a las que nos preocupa más que la apariencia, la raza o la orientación sexual”.

Esto muestra como de una situación terriblemente desgarradora, violenta y cruel puede salir un ser humano con valores tan elevados, principios humanos y nobles. Lo triste es que este es solo un caso de tantos, y que si en el caso de Dani el resultado fue increíblemente satisfactorio no siempre sucede así, lo triste también es que hay muchas ocasiones en que las personas que pasan por cualquier tipo de discriminación y rechazo resultan seres introvertidos e inseguros y que por ende pueden llegar a formarse personas despreciables, personas a las que los traumas le modifican por completo la personalidad y en las cuales el rencor es tan manifiesto como el aire que respiran.

Seres como Dani simplemente me dejan sin palabras, llena de un optimismo extremo y cargada de una enorme fe y creencia en el mejoramiento humano. Dani es una Butch asumida ante el mundo, una Butch que aun siente el peso de lo que representa y de lo que puede llegar a causar ante ciertas personas, una Butch que ha tenido que lidiar con rechazo tras rechazo, incluso de quienes ni conoce, gente que cuando la ve pasar por la calle cuchichean y la miran con repugnancia, otras que cuando cruzan por su lado le gritan ‘Tortillera’, así sin más, sin saber qué hay debajo de esa piel, debajo de esa apariencia. Dani es una Butch que simplemente se ha ganado mi total y completa admiración y si una día me comentó que se sentía pequeña ante mí, hoy solo puedo decir que ante tamaño ser humano yo no soy más que la mínima expresión de cualquier materia.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Gnóstica GNÓSTICA!!!!! Has narrado esta historia mejor que si la hubiera escrito yo misma!!!... ah!! Gnóstica preciosa Femme!!! No sé si sos más hermosa por dentro o por fuera, me has hecho llorar, tu sensibilidad me deja embobada, la forma que tenés de llegar justo ahí, al punto exacto de los sentimientos. Deberías ser psicóloga o psicoanalista, yo sería tu paciente más obediente, hablar con vos me cambió muchas cosas, verte a vos me removió la tierra... conocerte a vos ha sido lo mejor en mi vida por estos tiempos... Gnóstica Gnóstica, preciosa mujer, divina mujer, simplemente me superás...

Gnóstica dijo...

Anónimo/Dani: Gracias a tí Dani, por permitirme adentrarme en tus memorias, por darme estas armas para seguir en la lucha contra la discriminación y el rechazo y lo que significa que cada elemento llegue al conocimiento de los que pasen por este Blog, ya sea por accidente o nó.
¿Psicóloga yo? No eres la primera que me lo dice, puede ser por el hecho de tener paciencia para escuchar y entender, por haber vivido tantas situaciones y también haber tenido que lidiar con tanta injusticia.
Haberte conocido para mí también fue algo maravilloso, enigmática y linda Butch ;)
un beso y un abrazo.

Gnos

marga dijo...

todo esto me suena a lesbofobia mal...

es algo así como decir: las butch también son seres humanos

Gnóstica dijo...

Marga: Anja, y lo son, o no? Todo esto es simplemente lo que pasa, la realidad, lo que sufre una chica Butch ante la sociedad, no dicho por mí, sino dicho por ellas mismas, y creo que aun más que una lesbiana común y corriente la Butch está siempre en la mira de los demás, siempre juzgada por todos, es por ello que me decidí a escribir sobre este particular, para mostrar la otra cara, historias que demuestren que ABSOLUTAMENTE TODOS somos seres humanos...

Gnos

marga dijo...

lo dije irónicamente, pero me parece que no lo entendiste...

quise decir que al contar la historia de ese modo, parece que estuvieras disecando a un animalito

te lo digo pq me considero butch, y me molestó mucho el tono

ahora sí se entiende?

Gnóstica dijo...

Marga: Entendí, por eso espesifico que estas cosas no salieron de mi boca, y que prueban que ABSOLUTAMENTE TODOS somos humanos en mayúsculas; pero no, no podría poner a una chica Butch o manifestar lo que representa desde ese punto, primeramente porque soy una defensora acérrima de ellas, lo que trato de exponer son las ofensas y rechazos a los que en muchas ocasiones se ven expuestas, a que la gente tiende siempre a a valorar a las personas por la apariencia, sea la que sea (en este caso particular la apariencia Butch), y cuando esta apariencia se va de un patrón "establecido" tanto peor es la censura, tal vez te predispusiste, te propongo leer esto desde otra óptica, la que quise darle y tal vez no logré, te propongo entonces que leas esto desde el lado humano que quise expresar, desde la perspectiva de respeto que siento y sentiré siempre por las Butches, porque además son alimento para mí en todos los sentidos...
No es bueno ponerse a la defensiva, no todos queremos herir...
Saludos

Gnos

Anónimo dijo...

Gnóstica: Creo que lograste prefectamente el sentido, es una historia enternecedora aunque triste esta de Dani. Creo al igual que vos que a veces nosotras las Butches (también lo soy) estamos a la defensiva, puede ser por la constante carga que llevamos encima por lo que nuestra apariencia produce en los demás, creo que eso le sucedió a Marga más arriba, pienso que no debemos leer entre líneas y discrepo con ella en favor tuyo, esta historia simplemente es una de tantas como bien decís, una de tantas que prueban que más alla de un estereotipo hay seres humanos, felicitaciones, es interesante saber que hay lesbianas que quieren hacer llegar ideas de aceptación a los demás, que además hay lesbianas Femmes (al parecer tu caso por lo que leí en tu blog) que se nutren de nosotras las Butches y que también ustedes pueden llegar a protegernos, así como lo hacés vos a través de este medio, y que lleven el entendimiento a otras lesbianas o a personas de cualquier orientación sexual, que les llege a la gente que nosotras somos seres como otros tantos, te dejo un beso y seguiré leyéndote. Maxie.

marga dijo...

ok, gracias por la explicación, puede ser que esté a la defensiva, de todas maneras me parece que la compasión no es el camino para la comprensión, creo...

un saludo

Gnóstica dijo...

Maxie: Gracias por entender. Yo pienso que la idea no está en ser una Femme a favor de las Butches solamente, sino en que yo también soy una chica que ha estado en la mira de comentarios incidiosos, personas que no me ven con chicos y por esto tambien juzgan, pienso que la gente en sentido general juzga siempre, si eres prostituta porque eres prostituta, si eres lesbiana porque eres lesbiana, si eres monja porque -"Por Dios, Esa vida en celibato"-. Cuando Dani me dijo que escribiera sobre ella traté de ser lo más ajustada a su historia, justamente como ella queria que fuera expuesta, y así lo hice, porque a fin de cuentas cada quien cuenta su historia como mejor desea, saludos para ti y será un placer tenerte por acá cuando gustes.

Marga: No se trata de compasiones, se trata de realidades, solo eso, esta fue la realidad de Dani, pero como digo en otros posts, no se debe generalizar y llevar esta óptica a todos los casos. ¿Compasión por las Butches? ¡Válgame Dios! Más bien atracción por las Butches, eso me define más... saludos y un beso.

Gnos

Catalina Zentner Levin dijo...

Bueno, Gnóstica, una historia conmovedora, es admirable la entereza con que Dani pudo salir a flote. Conozco casos similares que no han tenido finales felices.

La mayoría de mis amigos son gays asumidos, la mejor gente, noble, sincera, de una sola pieza y siempre dispuesta al abrazo, la contención, la compañía desinteresada.

Por eso sigo con tanto interés tus entradas.

Abrazos,

Dolores Garibay dijo...

Hola Gnóstica,

Casi lloro al leer esta historia porque me recordó a una chica (q.e.p.d.) que hace algunos años conocí.

Ella también era medio Butch y su familia hizo algo muy parecido a la de Dani: pagarle a un fulano para que "la cortejara". El asunto terminó muy drámático porque se salió de control; el estúpido ese violó a muchacha y la dejó embarazada. Lo peor del caso es que la familia le prohibió poner una denuncia ante las autoridades y la obligaron a tener al niño para que con eso la gente no murmurara tanto sobre su homosexualidad. Algunos años después, ella se suicidó...

Me pone un poco mal hablar de estos temas, pero veo que es algo que ocurre en tu país y el mío, y en todo el mundo...

Leí otras entradas que has publicado. Muy buen blog, excelente :)

Besos chiñangos

Gnóstica dijo...

Catalina: Asumirse es difícil aun esta era, pienso que los que nos asumimos nos abrimos a la sinceridad que extrapolamos en todo aspecto, ya sea familia, amigos, desconocidos, y sobre todo preocupados por las miserias humanas con las que inevitablemente tenemos que lidiar todos los seres sobre esta tierra. Y claro está que esta batalla no es solo que nosotros las lesbianas y gays, existe mucha gente heterosexual (como tú) que se une en esta lucha, y la lucha es llevar la aceptación a cualquier plano, seas de la orientación sexual que seas, seas de la raza que seas, muchas gracias por seguirme y por unirte en esta batalla que es la vida, miles de abrazos y un enorme beso.

Lola: (ando por tu blog y ví que te gusta que te llamen así). Primeramente te agradezco el comentario, y sí, esta historia que cuentas es la otra cara de lo que puede resultar una sociedad que no acepta, una sociedad machista que no puede concebir otra forma de vida que no sea la "Adecuada". A veces nuestra propia familia puede ser la que nos lleve a los extremos, y eso es lo más triste: violaciones, suicidios, violencia familiar... ¿Hasta cuándo? Nadie puede responder eso, pero sí podemos ampliar la voz para que llegue a cada rincón de este planeta, a cada espacio de la mente humana, saludos para ti, y estaré visitándote.

Gnos

Anónimo dijo...

Gnóstica, me causa una tremendísima emoción lo que mi historia ha generado, ya sea para bien o para mal, ya sea con la interpretación debida o errónea, no esperaba menos, es bueno que la gente lea estas cosas, y como bien se dice mas arriba, hay veces que la discriminación puede llevar a torturas mayores, gracias a todos (en tu nombre Gnóstica) por apoyar, por interesarse, y gracias una vez más a ti Gnóstica por ser una parte de mi vida ahora, por tomar el lugar que designes, el que desees en ella, por hacer que yo sienta vibrar la tierra bajo mis pies nuevamente. Siempre te esperaré, ya te espero... te beso, Dani.

Cris dijo...

Hola Gnostica, sabes, generalemnte leo el blog completo antes de comentar, pero la historia de Dani y despues lo que comenta Lola me dejó impactada :( que triste es que sucedan esas cosas!! que se le tenga miedo a lo que es diferente!! es muy triste, muy triste y desgraciadamente pasa. Por suerte no he tenido que pasar por ningun tipo de discriminacion (o no la he sentido) aunque tmb hace poco me declare lesbiana... saludos!!

Gnóstica dijo...

Cris: Sí, estas historias son solo una pequeñísima parte de lo que puede lograr la sociedad con la no-aceptación, pero lo peor es sentir esa no-aceptación con la gente que quieres, yo tampoco la he sentido y ya llevo 10 años desde que me descubrí lesbiana, puede ser por mi carácter en extremo jocoso, no sé, puede ser por mi determinación ante mi propia vida y ante lo que quiero vivir y cómo vivirlo, pero hay muchas y muchos a los que la sociedad los hace llegar a situaciones extremas, es triste, pero desgraciadamente aun vivimos en un mundo dirigido a una sola vertiente predominante, solo a una, y definitivamente se está imponiendo un radical cambio, gracias por tus coments, saludos

Gnos

Tu BoCa sE tRaNsFoRmO eN uNa ObsEsIoN y TuS oJoS eN uN mUnDo PaRa Mi LoCuRa !¡ dijo...

WOW ME HE KEDADO HELADA .. NO TENGO PALABRAS EN VDD. PERO KE LINDO KE DANI PUDIERA KOMPARTIR SU HISTORIA ... YO ME ENFRENTE KASI DE IGUAL FORMA A MI MADRE Y ..... Y NADA SALI ADELANTE POR MI NENA Y PARA DEFENDER LO KE SOMOS , NUESTRO AMOR ... EN FIN MIL GRAX POR KOMPARTIR ESTO KON NOSOTRAS UN BESO !!!

Gnóstica dijo...

Incrosspride: Sí, a veces las acciones no justifican los medios y viceversa, pero son cosas que le suceden a muchas y hay que hablar de ellos, levantar nuestras voces y decir BASTA!!... gracias por tus comentarios, saludos

Anónimo dijo...

LA DE LA FOTO DE LA BUTCH RUBIA DE ESPALDA ES DANI???