martes, 30 de septiembre de 2008

Despertar-te


Por cuestiones (O conflictos) del destino di contigo. Seis años que han significado un sinnúmero de gratificantes palabras y confortaciones del alma. Seis en que cuando te veía decía “Dios, algún día… algún día”. Nunca dije nada, tal vez por el hecho de estar a millas, leguas y océanos de distancia; nunca dijiste nada, tal vez por lo mismo, no lo sé. Seis años de saberte, reconocerte, pensar en ese momento en que podría por fin tenerte frente a mi, tomarnos de la mano y mirar al vacío, frente al mar, vociferar algún poema de Sabines, Neruda o tal vez de Vallejo (Según el estado de ánimo). Pero solo era eso, una imagen elaborada en mi mente de cómo podría ser aquel encuentro, surco en el que te escondías como la más inalcanzable visión, remota, innombrable. Ayer fue distinto, ayer algo más que esa visión estuvo frente a mi, ayer por vez primera descubrí tus gestos, niña-muchacha-mujer…

Pero fue después, en el calor de la noche cuando te tuve, eras aquella realidad visionaria, ahora entre mis brazos, aquella que tanto imaginé sin mencionar; fue cuando te besé, apenas rozando tus labios, volviéndose de a poco en una batalla implacable de paladares entremezclados. Ese fue el primer beso, aún lo recuerdo como si volviese a vivirlo, aun recuerdo tus labios quemando los míos, tu ardor dentro de mi boca, mi desespero en la tuya, mis manos recorriendo toda tu extensión, las tuyas aprisionándome contra tu cuerpo. Mi boca... ¡Ah! mi boca aun siente el sabor de esos pechos que fueron su alimento, su morada por horas y horas, engalanando tu vientre de besos furtivos, sucesivos luego… Tu vaivén, tu ritmo cuando mi boca ya no estaba en tu vientre sino que se deslizaba por otros senderos. Luego tus manos, recuerdo ahora tus manos, tus dedos tibios viajando por mi cuerpo, buscando veredas recónditas y profundas en donde descansar… y salir, y entrar, y volver... y jadear... y explotar... y verter…

"Quedate así, no te muevas, no, no te vistas... así… desnuda, junto a mi también desnuda, abrázame… no te muevas…"

¿Dónde estás?- Y justamente ahí caigo en la cuenta: estoy en la misma habitación y estoy sin ti... y tu cuerpo (al que abrazo), labios, dedos, muslos... no son otra cosa que las blandas fundas de mi almohada.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ufff!! que sueño más enardecido ese!!! pero que cruel la realidad!!!
Me imagino que la afortunada haya sabido de este sueño a ver si poniendo empeño pueden llegar a realizarlo!! jeje, aunque creo que si llega a leerlo acudirá volando!! ajajaja, saludos linda y muchos besos, Maxie.

P.D. Por cierto muy bueno tu post sobre el matrimonio gay, ¡Así se hace preciosa! Me gusta cómo planteas las cosas, sin pelos ni señales...

Gnóstica dijo...

Maxie: Y sí, así son lo sueños hermosos, te hacen despertar con un trago amargo cuando ves que estás en la misma realidad y se esfuman las imagenes, y aquello que vislumbraste mientras dormías no es más que un desvanecimiento de sensaciones, tremendamente vacío y solo con la idea de algún día poder llegar a realizarlo, la afortunada como dices supo del sueño sí, si volamos o nó ya eso será algo del destino y de nuestra propia voluntad de alcanzarlo, saludos miles,
Gnos

Catalina Zentner Levin dijo...

Una belleza este recorrido hasta el climax de la entrega amorosa.
¿Sueño o realidad? No tiene relevancia, las letras tienen vida, intensidad, potencia.

Abrazos,

Gnóstica dijo...

Catalina: Muy cierto esto que dices, aún sea la difuminada visión ya medio inexistente de una silueta, siempre quedan las imágenes... saludos miles...

Anónimo dijo...

¿Y cuando vas a asoñar conmigo? ¿Te cuento lo que soñé yo contigo? jejeje ;)... Besos por toas partes!
Dani

Gnóstica dijo...

Dani: Como eres de terrible ¿no? Después me cuentas entonces, pero por acá no por favor!!...ajajaja, besos para ti.