viernes, 29 de agosto de 2008

Ser o no ser ¿Será ese el dilema?


Hace unos días me llamó una amiga casi en estado de desesperación, ella es lesbiana desde hace ya unos meses, o sea, descubrió su lesbianismo en ese entonces. Como bien decía al empezar este Blog, Paraguay es un país sumamente retrogrado en cuestiones lésbicas y homosexuales en general, su familia no sabe nada por supuesto y de ahí comienzan a darse sus crisis existenciales. Ella tiene su pareja, la misma chica con la que se descubrió y viven uno de los romances mas lindos que jamás he presenciado. Su pareja por otra parte no le exige pero si le reclama esa doble vida que lleva ante la familia por un lado y ante ella misma por otro, y no es que las personas siempre tengan que actuar de la misma manera o afrontar las cosas con el mismo empuje pero hay veces que se impone ser determinante, hay veces que necesitamos parar de mentir a todo el mundo, fingiendo ser algo que no somos. Mi amiga se presenta con este dilema, la mentira, le miente a su madre, le miente a sus amigos, a su familia en general pero lo que es peor, tiene que fingir. Es difícil, y hablo con propiedad en este caso, yo también tuve que fingir en un momento y es que no es nada fácil soltarle a tu madre y amigos “¿Saben que? Soy lesbiana, así que dejen ya de querer buscarme un buen partido”, no para nada, nunca fue fácil apostarse así la comprensión de los que quieres, porque de hecho no todos te comprenden. Pero llega un día en que necesariamente tienes que decir “BASTA”, las mentiras estresan, te desencajan, te descompensan; las mentiras no te dejan dormir en paz, prácticamente te atan a una vida paralela imaginaria que puede destruirte. La situación de mi amiga es esa, su madre se está dando cuenta, sí, ¡Las madres saben! No imaginen que se creen los cuentos que les hacemos tan fácilmente, hay ocasiones en que se los quieren creer pero esto no significa que realmente se los crean. Hay cuestiones psicológicas de por medio, una madre no quiere ni siquiera imaginar que su hija sea lesbiana, o su hijo gay, NO, ella se aferrará a la idea opuesta por fuerzas internas, porque prefiere creer (Aunque sospeche) antes de enfrentarse a la verdad. La madre de mi amiga sospecha sí, le pregunta, le cuestiona ciertas cosas, y esto está desestabilizándola, hundiéndola completamente, y con ella se está hundiendo su relación. Yo pienso que ser lesbiana no es un dilema, el dilema está en que cada una acepte su lesbianismo, que cada una asuma y afronte esta orientación sexual, porque al fin y al cabo es simplemente eso, una orientación y para nada aberrante como piensan muchos. Somos seres humanos y nuestra calidad humana no se mide por el hecho de acostarnos con quien mejor nos parezca, se mide por lo grandes que podamos ser internamente, por la nobleza que llevemos dentro, y eso se expresa a todos por igual, sean prostitutas, heterosexuales, homosexuales; ¿Cuantas Beatas he visto, Católicas hasta la médula, que le niegan una moneda de 500 Gs a un niño hambriento? ¿Cuantas (Cosa más denigrante aún) además de negarle una simple moneda les tratan bárbaramente y les echan de la iglesia (La Casa de Dios) como si fueran unos perros sarnosos? ¡Por favor! Dejémonos de ironías ¿O acaso Dios recibirá en el Reino de los Cielos a estas señoras solo por ser heterosexuales e ir todos los días a Misa? Pensemos un poco en esto y reflexionemos, ¡Si a veces una Prostituta puede llegar a ser más humana que una Católica Acérrima!
Es por eso que yo exhorto (Y nunca me cansaré de hacerlo) a cada chica lesbiana a abrirse, al final las madres, la familia o los amigos siempre terminan por aceptar, imaginen lo que sería no mentir más, no tener que fingir ante nadie, y quien no nos acepte... ¡Pobre de espíritu! Ese seguramente tampoco entrará en el Reino de los Cielos.

4 comentarios:

Catalina Zentner Levin dijo...

Gnóstica, muchacha valiente, te he puesto un enlace en mi Blog, creo que tus opiniones responden a situaciones frecuentes en una época en la que se han derribado tabúes.

Nadie puede juzgar las inclinaciones sexuales de los demás,la mentira lleva a una cadena de falsedad que hace difícil la relación con los demás.

Un abrazo.

Gnóstica dijo...

Gracias Catalina, veo que eres una mujer íntegra y de un corazón inmenso... Es cierto lo que dices: la falsedad no ayuda sino que denigra, hasta el punto en que ya no te sientes una persona de este mundo o real, simplemente dejas de exitir para convertirte en un ser de totalmente imaginario y de eso... ¡Por Dios!, de eso no se trata la vida.
Muchos besos y un fuerte abrazo

Gnóstica

Catalina Zentner Levin dijo...

Gnóstica, viví en Asunción, sé y comprendo perfectamente que existe una fuerte discriminación, el machismo se impone a pesar del tiempo transcurrido y la libertad sexual todavía es inaceptable.
Por eso la gente como vos está haciendo un trabajo esclarecedor muy importante.

Un abrazo,

Gnóstica dijo...

Catalina: Pues sí, yo realmente pienso que Latinoamérica en general está desarrollando una "Apertura Cerebral" importante mediante ONGs en defensa de los derechos de Gays y Lesbianas, aun nos queda mucho por recorrer claro está, pero se van haciendo cosas que nos ponen en otro nivel social. Aunque hay países, como este por ejemplo, en los que nos queda mucho más por adelantar en comparación con el resto, pero todo se puede, con firmeza y convición se pueden lograr grandes cosas... Saludos miles para ti y muchísimas gracias por todo tu apoyo...

Gnos